Sobredosis
- LaNinfaDelAgua

- 14 oct 2021
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 14 abr
Perdió la inspiración en sus pupilas dilatadas por el éxtasis. La profundidad de estas era infinita, y el círculo blanco que las envolvía comenzaba a desvanecerse, casi inapreciable.
Su corazón bombeaba tan fuerte que podía sentir en su garganta los golpes de sangre queriendo escapar de él.
Los escalofríos atravesaban su espina dorsal como un rayo directo desde el Olimpo, y mientras las palmas de sus manos sudaban hielo y su rostro palidecía lechoso, recuperó su pluma para escribir sus últimas palabras: Te quiero.




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