Ese lunar...

Sí, el que tienes justo donde acaba la espalda, me invita a ti.

Me abre la puerta a un mundo infinito en el que perderme… y no querer que nadie me busque.

Es un punto perfecto donde confluyen el bien y el mal, y hasta se permiten amarse.

Es la gota que hace rebosar el vaso, aunque esté medio vacío.

Es el huracán más fuerte que haya sentido el mundo,

y el mar acercándose a la luna llena sin freno.

Es el círculo exacto donde centrar mis pensamientos cada noche,

mientras anhelo su textura en la yema de mis dedos.

Ese lunar…